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Worth keeping




Smart girls are the over-thinkers, the insecure ones, the different ones. They know what the real world is like. They analyze every little thing in life. Why? To avoid getting hurt. To find happiness. They stay up at night trying to think about every possible situation to get through all the problems. They think too much. They trust fewer people. Their insecurity proves their respect toward themselves. Of course they try to live away from a drama-filled life. Smart girls know their worth. Now those are the ones worth keeping by your side.

Unknown

































Levantó la cabeza y contempló uno de los espectáculos más grandiosos que la naturaleza ofrece a los ojos del ser humano: una aurora boreal, de "suprema, serena y celestial belleza". Sobrecogido por tanta belleza "regresé a mi cabaña, avivé el fuego, me calenté un poco y me preparé para ir a la cama, aunque demasiado feliz y rico en auroras como para dormirme". John Muir.



"Hoy, me he levantando con ganas de hacer el amor con las palabras de un extraño y que su alma me atrape y haga añicos las cadenas que me atan; que me seduzcan sus formas y acaricien sus modos. Me he levantado con ganas de aprender de sus dejes, pararme en cada punto y coma que me regale, robarle el aire en cada una de sus respiraciones y que sus palabras me penetren hondo mientras esbozo en mi cabeza su sonrisa imaginaria. Quiero llenarme de su vida."

http://viviratientas.blogspot.com.es

 
- Estaríamos bien juntos ¿No crees?
- No.

- ¿Por qué?
- Porque romperé tu corazón.
- Quizás yo rompa el tuyo.
- Nadie rompe mi corazón. Y de todas maneras, ¿por qué querría eso?





"Nos dicen que recordemos los ideales, no al hombre, porque un hombre se puede acabar. Pueden detenerle, pueden matarle, pueden olvidarle, pero 400 años más tarde los ideales pueden seguir cambiando el mundo. He visto con mis propios ojos el poder de los ideales. He visto a gente matar por ellos y morir por defenderlos. No se puede besar un ideal, ni tocarlo o cazarlo; los ideales no sangran, no sufren y tampoco aman. Pero yo no echo de menos un ideal, echo de menos un hombre."

V de Vendetta




Artaud... la cara de mis alucinaciones. Los ojos alucinados. Los rasgos angulosos, tallados por el dolor. El hombre soñador, diabólico e inocente, frágil, nervioso, potente... Realmente es un hombre alucinado y alucinante... es un decadente quebrantado y tembloroso, otro "decadente entusiasta"... opio, quizá. Sus ojos trascienden lo que miran. La cara demacrada, la malicia, la pasión, la violencia.


Anaïs Nin



Conocí gigantes diminutos que paso a paso construyeron, ya no grandes edificios, 
sino trozos de felicidad en el suelo, separaban con cariño cada palmo de tierra, sabían predecir el tiempo


elhombreviento







"Estaban tan juntos que mientras se movía la aguja que marcaba los minutos, aguja que él no veía ya, sabían que nada podía pasarle a uno sin que le pasara al otro; que no podría pasarles nada sino eso; que eso era todo y siempre, el pasado, el presente y ese futuro desconocido. Lo que no iban a tener nunca lo tenían. Lo tenía ahora y antes y ahora, ahora y ahora. O ahora, ahora, ahora; este ahora único, este ahora por encima de todo; este ahora como no hubo otro, sino este ahora y ahora es tu profeta. Ahora y por siempre jamás. Ven ahora, ahora, porque no hay otro ahora más que ahora. Sí, ahora. Ahora por favor, ahora; el único ahora. Nada más que ahora. ¿Y dónde estás tú? ¿Y dónde estoy yo? ¿Y dónde está el otro? Y ya no hay por qué; ya no habrá nunca por qué; sólo hay este ahora. Ni habrá nunca por qué, sólo este presente, y de ahora en adelante sólo habrá ahora, siempre ahora; desde ahora sólo hay uno, no hay otro más que uno; uno, uno, uno. Todavía uno, todavía uno, uno que desciende, uno suavemente, uno ansiadamente, uno gentilmente, uno felizmente; uno en la bondad, uno en la ternura, uno sobre la tierra (...)"


Ahora
E. Hemingway


(...)pero yo a Alana podía traerla a esta galería de cuadros como lo hice ayer, una vez más asistir a un teatro de espejo y de cámaras oscuras, de imágenes tensas en la tela frente a esa otra imagen de alegres jeans y blusa roja que después de aplastar un cigarrillo a la entrada iba de cuadro en cuadro, deteniéndose exactamente a la distancia que su mirada requería, volviéndose a mí de vez en cuando para comentar o comparar. Jamás hubiera podido descubrir que yo no estaba ahí por los cuadros, que un poco atrás o de lado mi manera de mirar nada tenía que ver con la suya. Jamás se daría cuenta de que su lento y reflexivo pase de cuadro en cuadro la cambiaba hasta obligarme a cerrar los ojos y luchar para no apretarla en los brazos y llevármela al delirio, a una locura de carrera en plena calle. Desenvuelta, liviana en su naturalidad de goce y descubrimiento, sus altos y sus demoras se inscribían en un tiempo diferente del mío, ajeno a la crispada espera de mi sed.


J. Cortázar


      
      Si todavía rondaras por aquí
      te desgarraría hasta meterme en tu miedo
      te lo arrancaría
      para que colgara como una piel
      como jirones de miedo
      te daría la vuelta
      te pondría de cara al viento
      doblaría tu espalda sobre mi rodilla
      masticaría tu nuca
      hasta que abrieras tu boca a esta vida


      Sam Shepard
      



(...) En algún momento algo se abrió en ella y lanzó una enorme bola de energía que creo que sigue dando vueltas todavía, creo que esa energía sigue girando. Es alguien que creó todo un mundo, y sientes que estás viendo ese pequeño mundo que ella estaba creando... estaba la mujer, el pájaro, el árbol con hojas...

Margaret Kilgallen, Beatiful Losers



- Pensaba que iba a ser alguien para cuando tuviese 23.
- Lo único que tienes que ser cuando cumplas 23 es tú misma.
- Ya no sé quien es esa persona.
- Yo sí lo sé. Y todos la queremos. Yo la quiero.
   Me rompe el corazón una y otra vez... ...pero la quiero.


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"Juego con el sexo, pero también con las almas, las imaginaciones. Una puta es una puta honrada. Yo seduzco los cuerpos y las almas de los hombres, juego con cosas serias, sagradas. Como dijo Henry, amo el sacrilegio. Soy una nueva clase de hechicera. Los hombres de vida seria, profunda, los que no caen en las redes de las putas, los hombres menos sometidos a la voluntad femenina: he ahí los hombres que poseo. Soy un veneno que no se limita a atacar la carne, sino que penetra hasta fuentes más profundas."



Anaïs Nin &

Ernest



"En aquellos días no había dinero para comprar libros. Yo los tomaba prestados de Shakespeare and Company, que era la biblioteca circulante y librería de Sylvia Beach, en el 12 de la rué de l'Odéon. En una calle que el viento frío barría, era un lugar caldeado y alegre, con una gran estufa en invierno, mesas y estantes de libros, libros nuevos en los esparates, y en las paredes fotos de escritores tanto muertos como vivos. Las fotos parecían todas instantáneas e incluso los escritores muertos parecían realmente estar en vida. Sylvia tenía una cara vivaz de modelado anguloso, ojos pardos tan vivos como los de una bestezuela y tan alegres como los de una niña, y un ondulado cabello castaño que peinaba hacia atrás partiendo de su hermosa frente y cortaba a ras de sus orejas y siguiendo la misma curva del cuello de las chaquetas de terciopelo que llevaba. Tenía las piernas bonitas y era amable y alegre y se interesaba en las conversaciones, y le gustaba bromear y contar chistes. Nadie me ha ofrecido nunca más bondad que ella."


Paris era una fiesta, E. Hemingway


"Lilly respiró profundamente y se dio media vuelta.
Dejó escapar un débil gemido y la ligera manta que la cubría cayó al suelo. 
Su larga cabellera estaba pegada a su espalda en forma de una gran 'S'.
Un poco de sudor relucía alrededor de sus riñones.
Su ropa interior estaba desparramada por el suelo. Apartadas y enrolladas en pequeños bultos,
las prendas parecían pequeñas quemaduras o manchas en la alfombra."

Ryu Murakami



Esto es un no parar y lo que quiero es compartirme contigo.

"Fuera, el húmedo escenario parecía apacible. Sus inciertos contornos recogían gotas de lluvia, y las voces y los sonidos de los coches tenían sus filos como suavizados por las plateadas agujas de la lluvia. La oscuridad exterior parecía tragarme. Era opaca y húmeda como una mujer tumbada, sin fuerzas, después del amor. Cuando tiré mi cigarrillo encendido, hizo un pequeño chasquido y se perdió en la noche antes de llegar al suelo."




"Te he visto, monada, y ya eres mía, por más que esperes a quien quieras y aunque nunca vuelva a verte, pensé. Eres mía y todo París es mío y yo soy de este cuaderno y de este lápiz. Luego otra vez a escribir, y me metí tan adentro en el cuento que allí me perdí. Ya lo escribía yo y no se escribía solo, y no levanté los ojos ni supe la hora ni guardé noción del lugar ni pedí otro ron Saint James. Estaba harto de ron Saint James sin darme cuenta de que estaba harto. Al fin el cuento quedó listo y yo cansado. Leí el último párrafo y luego levanté los ojos y busqué a la chica y se había marchado. Por lo menos que esté con un hombre que valga la pena, pensé. Pero me dio tristeza. Cerré la libreta con el cuento dentro y la metí en el bolsillo de la cartera."


París era una fiesta, Ernest Hemingway 
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- Tan frágil y tan suave -dijo. 
Hablaba como un poeta y yo reía al pensar en mi avidez de poesía. ¿Estaba ahí con Artaud porque vertía poesía; porque creía en la magia; porque se identificaba con Heligábalo, el emperador romano demente; porque su teatro, sus obras y su ser estaban entrelazados; porque en el taxi hablaba como Hamlet y se apartaba el pelo de la cara aterradoramente mojada y demacrada? Ha atrapado mi imaginación. La domina; camina, habla, lee, evoca momias, decadencia romana, drogas, locura, muerte. Y yo trataba nuevamente de entrar en una experiencia, atravesarla sin entregar mi yo, y era cada vez más difícil... penetro con cautela en las regiones fantásticas de Artaud, y él también pone sus manzanas sobre mí, sobre mi cuerpo y, como la mandrágora al roce de la mano humana, doy alaridos."
Anaïs Nin. [8 de junio de 1933]

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- ¿Te acuerdas, la última vez, asomaban algunas plumas de la almohada y después de hacer el amor tú sacaste una y dijiste: "Mira, qué plumas tan suaves", y me hiciste cosquillas con ella detrás de la oreja y por el pecho y luego la tiraste al suelo? ¿Te acuerdas?

Lilly había traído la mescalina. Me había sorprendido por detrás y me había preguntado:

- ¿Qué estás haciendo aquí tan solo?- Y cuando dije que estaba contemplando la lluvia en la terraza me habló de la pluma. Me mordisqueó la oreja, sacó las cápsulas azules, envueltas en papel de plata, de su bolso y las puso en la mesa. Se oían truenos y estaba entrando agua; me dijo que cerrara la puerta de la terraza.


Ryu Murakami

First.

 


"Sobre la blanca y redonda superficie de la mesa, que reflejaba la luz del techo, había un cenicero de cristal. Un largo y fino cigarrillo, manchado de pintura de labios, se consumía en él. Cerca del borde de la mesa había una botella de vino en forma de pera. Los pies de las patas de la mesa desaparecían sumergidas en la espesa pelambre de la alfombra. Frente a mí había un tocador. La espalda de la mujer, allí sentada, estaba rociada de sudor. Extendió su pierna y se quitó una media negra."

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