Última luz de la tarde y la ventana abierta. Los dos están sentados, él con el ordenador en un sofá gigante y ella bien acomodada en el suelo con sus montones de hojas alrededor. De fondo suena música con la intensidad perfecta, como tenues susurros. Colette se levanta a por una copa de vino mientras su esposo continua tecleando en el ordenador. Le gusta observarlo tan metido en su mundo, sonriendo con una de esas sonrisas pícaras de medio lado. Gatien es así, con ese aire distraído pero tan atento, es capaz de concentrarse hasta llegar a olvidar cualquier otra cosa. Fuera en la calle, poco a poco, el cielo se va oscureciendo y la ventana sigue abierta


1 comentario:

Isabella dijo...

Aurora! que bonitos tus dibujos!
por cierto esta entrada me ha gustado mucho! :)