PURÉ.

Siempre te he regalado momentos y este es uno de ellos.

Sabes, me gusta que hayas aparecido. Me gusta ese cariño que por fin has dejado libre.

Tus ganas de demostrar que tienes un millón de sonrisas para regalar, un par de manos fuertes para sujetar y un corazón grande, muy grande, abierto las 24 horas del día los 365 días del año, y que todo esto surge de forma natural. De alguna forma somos parte de tu vida, y eso sí que me gusta.

Sé que nunca has tenido el valor para decirme lo mucho que te he importado, para hablarme de los ojos con los que me has visto, de los viajes que siempre has sabido que prometían, el valor para decirme que me querías pero que no querías estar conmigo. Paradojas de la vida. Hay personas con las que puedes ser tú mismo y a las que estás deseando enseñar tu mundo, y sin embargo son con las que más te cuesta hacerlo.